Los mejores 3 libros que existen para aprender a invertir son: “The little Book of Common Sense Investing” de John C. Bogle; “Invirtiendo a largo plazo: mi experiencia como inversor” de Francisco García Paramés; y "Stocks For The Long Run" de Jeremy J. Siegel.
“The Little Book of Common Sense Investing” sostiene que en lugar de tratar de ser mejor que el mercado, es más inteligente invertir en fondos de índice baratos que intenten igualarlo y reducir los costos para tener mejores ganancias.
Luego en “Invirtiendo a largo plazo: mi experiencia como inversor” el autor comparte su experiencia personal que lo llevó a desarrollar la estrategia que utiliza actualmente: invertir en pequeñas empresas que los expertos subestiman.
Por último, la lectura de "Stocks For The Long Run" te proporcionará información, datos históricos y un análisis sobre por qué es mejor invertir en acciones a largo plazo en lugar de hacerlo en otras opciones como bonos, dólares o incluso oro.
Como extra ¡te dejamos una pequeña guía para que aprendas a invertir tu dinero si sos principiante!
En este artículo:
Libro 1: “The Little Book of Common Sense Investing”
Libro 2: “Invirtiendo a largo plazo Mi experiencia como inversor”
Libro 3: “Stocks For The Long Run”
¿Qué se necesita para invertir en acciones?
“El pequeño libro para invertir con sentido común” es una lectura que solo se encuentra en inglés. Fue escrita por John C. Bogle, fundador y ex CEO de Vanguard Group, una de las financieras más grandes y reconocidas del mundo. Publicado en 2007, es uno de los mejores libros sobre inversiones para principiantes.
La obra gira en torno a la idea de que la inversión en fondos de índice es una gran estrategia para empezar. Bogle sostiene que tratar de ganarle al mercado al elegir acciones de empresas específicas o cambiando constantemente tus inversiones, es algo complicado y te puede costar mucho dinero.
El autor opina que es difícil predecir qué acciones subirán o bajarán y que generalmente no vale la pena intentarlo. Por eso es que sugiere que utilices tu dinero en fondos de índice o indexados. Lo que intentan los mismos es replicar el movimiento del mercado en general. No tratan de ganar más que él, sino lo mismo.
Es importante elegir fondos que no cuesten mucho, es decir, que no te cobren tarifas extras. Es mejor que evites pagar demasiado en aranceles y comisiones, porque eso afectaría a tus ganancias.
Su premisa se fundamenta por medio de un análisis que lleva a cabo, en el cual la mayoría de los fondos activos que eligen en qué empresas invertir pierden en comparación con los indexados. De hecho, alrededor del 80% de estos ni siquiera logran sobrevivir a largo plazo, es decir, más de 40 años.
Es un libro escrito por el español Francisco García Paramés, un respetado gestor de fondos de inversión y uno de los más influyentes en el mundo financiero. Publicado en 2016, el autor comparte en la obra sus reflexiones y experiencias acumuladas durante su carrera.
En la lectura, nos cuenta cómo invierte su dinero. Busca empresas subvaloradas por el resto de las personas, y luego compra acciones de las mismas. En lugar de tener una cartera poco selectiva, decidió componerla por un grupo pequeño de acciones y mantenerlas durante mucho tiempo. Él nos muestra cómo investiga cuidadosamente estas compañías, mirando sus números, cómo están dirigidas y entendiendo bien en qué industria operan.
También aborda la importancia de la paciencia, la disciplina y la resistencia emocional en la inversión a largo plazo, desafiando la mentalidad especulativa y de búsqueda de ganancias rápidas.
Es interesante que en sus análisis incluye casos de Argentina, por ejemplo, toma la evolución que tuvieron los bonos argentinos desde el año 2000 hasta el 2008, y llega a la conclusión de que con cada default, el valor de estos disminuye en un 80%.
En resumen, es uno de los mejores libros de inversiones y finanzas para aquellos interesados en aprender sobre el análisis, la identificación de oportunidades a largo plazo y la construcción de una cartera selectiva.
"Acciones a largo plazo" fue escrito por Jeremy J. Siegel, un economista y profesor de finanzas en la Wharton School de la Universidad de Pensilvania. Publicado en 1994 y actualizado en ediciones posteriores, se encuentra solo en inglés. El libro se ha convertido en un clásico en el campo de las finanzas de gran alcance y ofrece una exploración del desempeño histórico y las perspectivas futuras de las inversiones en participaciones.
El autor sostiene que comprar acciones y mantenerlas durante mucho tiempo es la mejor estrategia que podés llevar a cabo, por el potencial de crecimiento y la capacidad para superar a otros tipos de inversiones a largo plazo. Esto se debe a que Sigel investigó cómo funcionaron las acciones durante más de 200 años, y argumentó que fueron una forma confiable de hacer crecer el dinero en el tiempo, incluso más que otras maneras de invertir.
Por ejemplo, analiza cómo funcionaron las acciones en todo el mundo, y lo divide en diferentes países desde 1900 hasta 2012. Observa que en promedio, han dado un retorno neto del 6%. Lo que destaca es que es importante invertir en diferentes países para diversificar tu cartera, ya que los retornos dependen de cada lugar.
Una parte importante de la obra la dedica a los dividendos y cómo reinvertirlos puede ayudarte a ganarle al mercado a lo largo de los años. Para ilustrar esta premisa, realiza un análisis de los rendimientos desde 1802 hasta 2002, del dólar, diferentes bonos y el oro. Después de abandonar el patrón dólar-oro en 1976, el metal precioso comienza a aumentar su valor. En cuanto a los bonos, muestran un retorno considerable, mientras que en el caso de las acciones, su rendimiento es superior al de las otras opciones.
A lo largo del libro, Siegel desafía algunas creencias comunes sobre las inversiones y ofrece perspectivas contrarias a ciertos conceptos financieros convencionales. Además, proporciona análisis y consejos prácticos como la importancia de mantener una visión a largo plazo, evitar la especulación y resistir a las emociones impulsivas.
En conclusión, el libro ofrece mucha información que respalda la idea de que las acciones son una opción atractiva para personas dispuestas a mantener su inversión durante períodos prolongados. Es una lectura recomendada tanto para principiantes como expertos que buscan comprender mejor los fundamentos y las ventajas del mundo financiero.
Si te decidís a invertir en acciones, lo primordial es realizar un análisis completo para elegir a dónde destinar tu dinero. Esto implica evaluar detenidamente varios aspectos de la compañía y su entorno. Te dejamos una guía básica de los pasos a seguir:
1. Comprendé el negocio: investigá el sector en el que opera. Aprendé sobre sus productos, servicios, clientes, competidores y cómo se sitúa en el mercado.
2. Revisá los estados financieros: examiná los informes de la compañía, como el balance, la cuenta de resultados y el flujo de efectivo. Estos documentos te van a proporcionar datos sobre los ingresos, gastos, activos y pasivos.
3. Calculá ratios financieros clave: como el margen de beneficio, el de endeudamiento, el de liquidez, el retorno sobre el patrimonio y otros. Estos te ayudarán a entender la salud financiera de la empresa.
4. Investigá las perspectivas de crecimiento: examiná el historial de la compañía y considerá cómo podría evolucionar en el futuro en función de las tendencias del sector y sus planes estratégicos.
5. Averiguá quiénes gestionan la empresa: analizá la calidad del equipo directivo. Conocé la experiencia, trayectoria y decisiones pasadas de los líderes.
6. Evaluá las ventajas competitivas: ¿qué diferencia a la compañía de sus competidores? ¿tiene patentes, tecnología innovadora o una marca fuerte?
7. Determiná los riesgos: esto podría incluir peligros específicos del sector, de competidores, regulatorios o cualquier otro factor que pueda afectar el desempeño futuro.
8. Conocé la perspectiva a largo plazo: prestá atención a si tiene la capacidad de generar beneficios sostenibles a lo largo del tiempo y si su modelo de negocio es resistente a cambios y desafíos.
9. Considerá factores macro y microeconómicos: estos pueden afectar a la empresa, como la situación económica general, las tasas de interés, la inflación y la demanda del mercado.
10. Matenete actualizado: ya sea de las noticias o eventos recientes que involucren a la compañía, como cambios en la dirección, lanzamientos de productos, adquisiciones, litigios, etc.
Recordá que invertir dinero en acciones tiene riesgos, y no hay garantía de ganancias. Siempre es aconsejable hacer tu propia investigación y, si es necesario, buscá asesoramiento financiero antes de tomar decisiones.
Te invitamos a que nos dejes un comentario con tus dudas, y si querés saber más podés seguir a nuestro CEO por YouTube.
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