Tanto millennials como centennials aprovechan las distintas ventajas que ofrecen las tecnologías a la hora de invertir pero aún así cometen errores, como no diversificar o emplear su dinero en criptomonedas o NFTs, que al no tener un valor real puede significar un riesgo.
Si querés entender mejor cómo emplean sus ahorros las nuevas generaciones o buscás obtener más información para poder captar este público y asesorar a potenciales clientes, no dejes de leer este artículo en el que te contamos las principales transformaciones en las maneras de invertir y cuáles son las mejores opciones en la actualidad.
En este artículo:
¿Por qué cambió la forma de invertir?
¿Cómo invierten los jóvenes en la actualidad?
Cómo asesorar a tus clientes para que inviertan según sus ahorros
Invertir de forma segura y no intentar ganarle al mercado
Hay cuatro hitos clave que generaron un antes y un después en la forma de invertir de las nuevas generaciones:
1. La aparición de los index funds (o fondos indexados): estos son fondos de inversión de renta fija o variable que tienen un administrador que busca replicar el comportamiento de un determinado índice del mercado y se diferencian de los fondos cotizados (de lo que hablaremos en el punto 3) ya que no cotizan en bolsa, es decir que su precio no varía. En su mayoría, en Estados Unidos los fondos indexados siguen al S&P 500 (Standard & Poor's 500 Index), uno de los índices más importantes que agrupa a las 500 empresas más grandes y diversas de ese país (rubro inmobiliario, tecnología, farmacéuticas, etc).
Con la aparición de los index funds más personas empezaron a tener la posibilidad de invertir sus ahorros en acciones sin la necesidad de ser millonarios o expertos en la temática. Sus máximas ventajas son la estabilidad, los costos bajos y la posibilidad de invertir a largo plazo.
2. La llegada de Internet a nuestras casas: con el acceso a Internet apareció también la posibilidad de enviar dinero a cualquier lado del mundo con apenas algunos clics y de invertir en fondos indexados que siguieran la economía de los principales mercados, como Europa, Japón o Estados Unidos. Participar de la bolsa así se convirtió en algo más sencillo para todas las personas, pero era necesario aún tener algún tipo de conocimientos. Esto se resolvió con el siguiente hito, la aparición de los ETFs.
3. Los ETFs(exchange-traded funds o fondos de inversión cotizados): tener Internet y acceso a una computadora nos permitió enviar dinero al exterior o abrir una cuenta, pero gracias a los ETFs fue posible que casi todas las personas aún sin conocimientos en finanzas participaran de forma activa del mercado. Los ETFs se rigen por el valor de cierto índice, tienen la ventaja de diversificar la cartera a través de una única transacción, tienen costos bajos y no es necesario invertir mucho dinero, por lo que es ideal para pequeños inversores. Para poner un ejemplo, es posible comprar un ETFs que siga a alguno de los índices más importantes del mercado, como el S&P 500 ya mencionado previamente. Esto no requiere la toma de grandes decisiones, y ayuda a diversificar el dinero.
4. Comisiones más bajas: finalmente, lo que hizo que hasta las personas que no tuvieran ahorros significativos pudieran sumarse a este tipo de inversión fue que al aumentar la competencia, el valor de las comisiones bajó considerablemente, por lo que incluso invertir 1000 dólares fue posible. Antes los costos de entrada y de salida eran relativamente altos, por lo que si no se invertía una suma importante era prácticamente imposible que obtener buen rédito.
Estos cuatro hitos hacen que sea muy difícil analizar si hoy en día se invierte mejor que antes ya que la situación se modificó completamente y la forma de invertir se fue adaptando a los recursos, a la tecnología y a las posibilidades presentes.
Si lo pensamos, ya de por sí el acceso a la tecnología nos permitió ver qué está pasando en otros países y entablar contacto y negociaciones con personas de cualquier parte del mundo sin la necesidad de tener que viajar largas distancias como sucedía antes. La clave para que puedas asesorar a tus clientes a la hora de invertir es entender qué les conviene según su situación personal.
Cuando decimos que las nuevas generaciones aprovechan las ventajas de las tecnologías pero siguen cometiendo errores es porque en muchos casos no tienen en cuenta el valor real de los bienes o inversiones, sino que invierten su dinero especulando.
Por ejemplo, compran criptomonedas, NFTs, coleccionables u obras de arte. Éstas alternativas son consideradas por muchos inversores como "herramientas especulativas", dado que no generan flujo de fondos. Al no tener un flujo de fondos que descontar al presente, es imposible tasarlos, es decir, ponerles un valor racional. Su valor puede subir o bajar, pero son el opuesto a las acciones, propiedades o bonos (las tres categorías de "inversión").
Tanto millennials como centennials tienen mayor facilidad para comprar o invertir, pero obtener estos productos suele ser más simple y tentador y si bien en algunas ocasiones puede traer beneficios, también puede pasar que no otorguen el retorno esperado. Hay que tener en cuenta que especular significa que podés ganar mucha plata pero también perderla.
Al contrario, las acciones, los bonos y las propiedades son inversiones a largo plazo que además hoy en día efectivamente tienen un valor tangible.
Con esta información podés asesorar a tus clientes a la hora de invertir para que entiendan cómo les conviene usar su dinero de la forma más rentable en el sector inmobiliario y lo que deberían dejar de hacer. A continuación, te explicamos qué es lo mejor según la situación financiera de cada potencial comprador.
Las nuevas generaciones representan un público grande en el que enfocar tu negocio y, como ya vimos, en muchos casos a la hora de invertir su dinero cometen errores que no les permiten obtener ganancias sustanciales. Una buena idea para acercarte a este grupo es asesorarlos en cómo realizar buenas inversiones para así también generar confianza y que puedan pensar en vos como un referente a la hora de invertir sus ahorros o dar un paso en el rubro inmobiliario.
Pero para poder orientarlos, primero es necesario que te informes y que entiendas cuáles son las distintas opciones disponibles actualmente en el mercado de las finanzas y cuál es el contexto financiero del país.
Como decían nuestros padres o madres, invertir en ladrillos siempre va a ser una apuesta segura, pero el principal motivo de esto es la dificultad que existía antes en la adquisición de acciones o bonos.
Gracias a la tecnología ahora podemos elegir entre invertir fácilmente en estas dos opciones o también hacerlo de la manera más tradicional en propiedades, algo que siempre es una inversión estable, segura y a largo plazo.
La opción más conveniente para la persona que se acerque a consultarte siempre va a depender de su situación financiera. Acá te explicamos un poco más al respecto.
¿Cómo invertir ahorros iniciales?
Si tu cliente cuenta con poco dinero para invertir y/o casi nula capacidad de seguir engrosando esos ahorros, no es conveniente que le recomiendes invertir en acciones por distintos motivos:
- El tiempo que va a tener que emplear es significativo.
- El retorno es bajo.
- Recién va a ver una diferencia económica a largo plazo.
Para darte un ejemplo que puedas usar para ilustrar mejor la situación en alguna consulta que te hagan, si hoy tu cliente invirtiera 1000 dólares en ETF, en un plazo de un año recibiría un 10%, es decir 100 dólares, una ganancia mínima si no tiene la posibilidad de ir aumentando esa inversión principal.
En este caso, recomendale buscar la forma de usar esa plata en él para aumentar su situación económica haciendo cursos de perfeccionamiento y capacitación que lo ayuden a cobrar un sueldo superior al que tiene en el momento. Otra buena idea es sugerirle que invierta ese dinero en negocios pequeños que no necesiten un gran presupuesto pero que den un retorno significativo, como un sitio web, generar contenido en redes sociales o desarrollar emprendimientos propios.
Estas opciones son más seguras que invertir en la bolsa y a la vez al poco tiempo van a permitirle a tus clientes obtener las mismas ganancias o incluso más que con un trabajo en relación de dependencia.
¿En qué pueden invertir tus clientes con mayor capacidad de ahorro?
La situación cambia si tu cliente o la persona que te hace la consulta tiene un monto mayor de dinero a emplear o más capacidad de ahorro. En ese caso, la mejor opción es que les recomiendes que diversifique su inversión. Es decir, que divida su plata entre propiedades, acciones y/o bonos y que cuando tenga un dinero extra lo reinvierta, logrando así engrosar el monto inicial.
Obviamente la situación va a ser distinta con clientes que tienen ahorrados 10.000 dólares o 100.000, pero lo importante siempre es tener constancia y sumar más dinero a esos ahorros cada vez que sea posible.
Para dar un ejemplo en base a los datos con los que contamos hoy, si tu cliente comienza un ahorro de 10.000 dólares teniendo 20 años y cada mes suma 1000 dólares, cuando tenga 32 años va a haber ahorrado 287.000 dólares y a los 40 esa suma va a haber aumentado a 754.000 dólares. Ahora, si su ahorro es mayor, el abanico de posibilidades también se agranda.
Si te consultan qué conviene hacer con 100.000 dólares, la respuesta siempre va a ser invertir en propiedades, pero es importante entender cuál es la mejor manera de invertir ese dinero y saber también que no es necesario invertir todo en el sector inmobiliario. Acá es cuando volvemos a mencionar la importancia de diversificar.
Podés recomendar que inviertan una parte de ese dinero en un departamento y la parte restante en acciones, por ejemplo, comprando un ETFs que siga el S&P 500. Haciendo esto no se destina todo el ahorro a una misma inversión, lo que a largo plazo es más seguro, y en tu caso te muestra como un profesional transparente, lo que genera confianza y hace que entables un vínculo más serio y fuerte con tus clientes.
Con respecto a la elección de la propiedad en la cual invertir pasa lo mismo. Es más seguro que sugieras que inviertan en dos propiedades distintas de menor valor pero en distintas zonas que en una propiedad mejor en una zona específica. De esta forma, si el valor de determinada zona baja, la persona no corre el riesgo de ver sus ahorros afectados. Esto también hace que los clientes se sientan más seguros y cómodos siguiendo tus consejos ya que demuestra que estás atento a su situación y necesidades y tenés buena predisposición para buscar la mejor opción, aunque eso te lleve más tiempo y trabajo.
El mejor consejo que podés darle a tus clientes cuando te consulten si conviene invertir su dinero en una propiedad es que no hay una única forma de destinar sus ahorros, sino que la clave está en diversificar. A la vez, es importante tener paciencia, informarse o consultar a sus referentes del mercado, y ser constantes.
Un último tip que nos parece importante compartir y que es útil explicarle a los potenciales clientes y compradores es que no hay que invertir pensando en ganarle al mercado. Este es un error que cometemos todos y más al invertir en acciones, ya que cuando vemos que el precio baja retiramos nuestro dinero pensando que así vamos a obtener mayores ganancias en un futuro cuando el precio vuelva a subir.
Es por eso que la gente le saca mayor renta a las propiedades que a las acciones, porque las mantiene por más tiempo, pero no porque necesariamente esta forma de inversión siempre tenga un mejor retorno.
Si querés más información o te quedó alguna duda, no dejés de comunicarte con nosotros a través del whatsapp de deinmobiliarios y seguir desde cerca las publicaciones de nuestro blog.
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