Saber cómo comunicarnos con nuestros clientes de forma clara y precisa es fundamental tanto a la hora de negociar una propiedad como de finalizar la venta. Es por eso que contar con herramientas de comunicación es muy importante si queremos tener éxito en nuestra carrera.
Entablar una conversación y decir algo no es lo mismo que comunicar de manera asertiva, ya que esto último implica tener una conversación y considerar quién es nuestro interlocutor, cuáles son sus necesidades, cuál es el contexto en el que estamos y tratar de entender cuál va a ser la forma más adecuada de acercarnos a él. Lo mismo sucede con la elección de palabras o incluso la entonación.
Cada uno de estos aspectos puede hacer que tu relación con el vendedor o comprador avance o se interrumpa. La forma en la que nos expresamos puede generar mayor confianza en la otra persona, una aptitud fundamental para todo corredor.
Si estás interesado en aprender herramientas para comunicar de forma asertiva en tu trabajo te invitamos a que leas este artículo para entender bien qué implica este tipo de comunicación y qué herramientas podés poner en práctica para perfeccionar tus conversaciones.
En este artículo:
¿Por qué es importante comunicar de forma asertiva como corredor?
¿Qué es la comunicación asertiva y cuáles son sus beneficios?
Herramientas para lograr una comunicación asertiva
4 factores importantes a la hora de comunicar
La comunicación asertiva implica entender con quién estamos hablando y adaptar nuestro lenguaje y la forma de expresarnos para lograr una conversación clara y exitosa. En el rubro inmobiliario este tipo de comunicación puede hacer la diferencia en las distintas instancias del trabajo: desde conseguir que un vendedor decida poner su propiedad en venta con vos hasta negociar el valor del inmueble a su favor.
Ser eficiente a la hora de comunicar te puede hacer no solo ganar tiempo y desperdiciar menos energía en una única tarea, sino también que los clientes establezcan un vínculo con vos y te tengan confianza, algo fundamental para todo corredor. Si sos capaz de explicar de forma clara el proceso de compraventa el cliente va a saber qué esperar en las distintas etapas del proceso, lo que hará que todo se desarrolle de una forma tranquila y sin sobresaltos.
Además, enunciar las características de un inmueble, destacar más las positivas y otorgarles mayor valor es el resultado de la asertividad a la hora de comunicar información. Lo mismo sucede en el caso de la negociación, ya que si sabés elegir bien las palabras y la entonación es posible que consigas mayor apertura en tu interlocutor.
Otras instancias del proceso de una compraventa que pueden mejorar significativamente si comunicás de forma asertiva son el cierre de la transacción y el seguimiento del cliente. A la hora de concretar la venta es fundamental que todas las partes entiendan exactamente los detalles de la misma para que no haya problemas.
Por otro lado, contactar al cliente de forma posterior para saber si está satisfecho y hacerle ver tu interés te va a ayudar a mantener un vínculo a futuro. Esto puede devenir en otras ventas o en que te recomiende a sus amigos o familiares.
A diferencia de simplemente comunicar algo, la comunicación asertiva conlleva necesariamente entender con quién estamos hablando y elegir las palabras, la forma en la que vamos a hablar, los tiempos e incluso nuestra gestualidad. Comunicar de forma asertiva no es solamente transmitir información, sino que implica también expresar nuestras ideas, sentimientos o necesidades y tener en cuenta las de la otra persona.
Aprender a comunicar de esta manera tiene como principal beneficio el de tener conversaciones claras y funcionales que a la vez tienen una mayor calidad y ofrecen mejores resultados. Si, por ejemplo, tenemos que hablar con un cliente que suele ser complicado, al planificar nuestra conversación y pensar cuál es la mejor forma de abordarla es probable que logremos reducir el estrés y los posibles conflictos que surjan en la charla.
Esto hace a la vez que ganemos en productividad ya que vamos a terminar por destinar menos tiempo y energía y vamos a lograr los mismos o mejores resultados.
Hay algunas herramientas que podemos emplear a la hora de comunicarnos con nuestros clientes o colegas para lograr una comunicación asertiva que nos ayude a conseguir nuestros objetivos. Para empezar, es clave utilizar una escucha activa que haga que la otra persona se sienta comprendida y tenida en cuenta. Además, al demostrar que te interesás y le prestás atención es probable que consigas una respuesta más amigable de su parte.
Por otro lado, el reconocimiento emocional también es algo que podés emplear a tu favor. Esto tiene que ver con mostrar empatía hacia la otra persona y su situación, como puede ser la venta de una casa en la que vivió toda su vida o distintos factores personales que hacen que la transacción conlleve otro significado.
Otra herramienta de valor en cualquier comunicación es la de repreguntar cuando algo que la otra persona te dice no es correcto o tiene un tono más agresivo. En esos casos, utilizar este recurso puede hacer que la conversación se torne más agradable y te permita volver a enfocar en tus objetivos.
Recordá que cuando la otra persona responde de manera agresiva suele deberse a experiencias previas propias y no tiene que ver con vos. Al tener en cuenta que no es personal vas a poder manejar mejor tus emociones y hacer que la conversación vuelva a tomar el curso deseado.
Finalmente, mostrar respeto y una actitud colaborativa también son recursos valiosos al comunicarse en instancias laborales con tus clientes.
Es normal que cuando estamos conversando con otra persona y queremos lograr un objetivo en concreto surja lo que se llama brecha comunicacional. Esto se genera porque suele haber un espacio entre lo que yo pienso y lo que digo y cómo la otra persona lo interpreta o analiza. Básicamente el problema principal es que somos personas distintas, por lo que puede pasar que haya interferencias en nuestra comunicación.
Para evitar esto hay que prestar atención especial a los siguientes 4 factores:
- Objetivos claros: si sabemos qué buscamos en la conversación es más probable que podamos ser claros y concisos a la hora de hablar. De esta manera reducimos el margen de error en la charla y la energía y tiempo que destinamos a ella.
- Lenguaje: por un lado, es importante contar con el vocabulario y la habilidad de poder explicar y lograr que nuestro mensaje sea coherente. Esto se puede practicar y potenciar de diversas formas, una de ellas es la lectura.
Por otro lado, tener en claro quién es la persona con la que estamos hablando nos ayuda a elegir nuestras palabras. Cuando nos comunicamos todo influye y esto hace que nuestro interlocutor entienda de una u otra manera lo que queremos decir.
Para poner un ejemplo, no es lo mismo entablar un vínculo con un cliente de 30 años que busca un departamento al cual mudarse que con una persona mayor que desea vender la casa en la que vivió toda su vida. Las palabras que vamos a elegir en cada caso, la formalidad y el tono que vamos a emplear cambia según el interlocutor.
- Trasfondo de intereses compartidos: así como es importante conocer con quién estamos hablando, también es útil saber cuáles son sus intereses. Si mis intereses y los de la otra persona no son parecidos es probable que la conversación no sea fructífera.
- Autodesarrollo: esto implica conocernos y aprender a gestionar nuestras emociones y confianza. Sin esta parte también va a ser difícil lograr una comunicación asertiva en nuestro trabajo.
Comunicarnos de forma asertiva con la otra persona es algo que se puede conseguir con la práctica y mediante el uso de recursos tales como la escucha activa o la gestión de las emociones. Saber cómo hablar con los otros puede hacer la diferencia entre que tengamos éxito o no a la hora de sumar un cliente a nuestra cartera o de vender una propiedad, por lo que es algo a lo que no se le debe restar importancia.
Mostrar que estás interesado en lo que tu interlocutor tiene para contarte y generar un ida y vuelta en la conversación va a hacer que se sienta cómodo y se abra más con respecto a sus deseos y necesidades. Asimismo, va a sentirse más confiado y seguro de dejar en tus manos algo tan importante como es la venta o la compra de un inmueble.
Para ser un buen corredor es importante entrenar tu comunicación y aprender a adaptarla según el contexto. Si querés incorporar otras habilidades para potenciar tu carrera podés ver este artículo en donde te contamos las fortalezas de todo corredor o este otro para aprender a fidelizar clientes.
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