Algunas de las preguntas más frecuentes que nos hacen los inmobiliarios son: ¿es mejor vender de a una propiedad a la vez? o ¿cómo armar tu cartera de propiedades?
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Por eso, en esta oportunidad te traemos esta guía con preguntas frecuentes sobre ventas inmobiliarias y sus respuestas para ayudarte en tus primeros pasos. Además encontrarás información para explicarle a tus clientes cuáles son sus mejores opciones en el mercado, o cómo definir el precio de lista de su propiedad y así convertirte en un corredor de referencia. 

En este artículo:‍

¿Es mejor dedicarse a captar y vender de a una propiedad o comercializar de a más inmuebles? 
¿Cómo calcular el valor de un departamento? 
¿Es más fácil vender una propiedad que está siendo alquilada?
¿Cuáles son los gastos de una compraventa de un inmueble?
¿Quién tiene la obligación de llevar la documentación original de la propiedad y el dinero del pago?

Desde deinmobiliarios, creemos que la cartera de un corredor inmobiliario debe tener entre 3 y 4 propiedades. Idealmente apuntá a que sean comparables entre sí para poder enfocarte en una tipología y ofrecer distintas opciones de un mismo tipo de propiedad a tu cliente. Por ejemplo, si está buscando un departamento de dos ambientes podés mostrarle en distintos barrios o de diferentes categorías. De esta forma le será más fácil comparar precios y analizar sus posibilidades.

Aunque vender de a 10 propiedades a la vez es imposible, desde deinmobiliarios no recomendamos que trabajes una sóla propiedad. Esto te imposibilita crecer, ya que si captaste algo difícil de vender quedarás atascado hasta pasar a la siguiente propiedad de tu cartera. 

La mejor forma para vender inmuebles es enfocarte en 3 o 4 a la vez. De esta manera no vas a mezclar información ni documentación de cada propiedad ya que es un número razonable para manejar y podés avanzar en distintas visitas inmobiliarias según lo requieran tus clientes. El objetivo es que, a medida que cierres reservas, avances con la comercialización de otra de las propiedades que ya captaste.

Si en un mes te dedicaste a mostrar tres propiedades y vendiste una, ¡es un gran mes! Pero si te centraste sólo en una y no lograste venderla, te podrías sentir frustrado y estancado en tu trabajo, por eso nuestra recomendación es trabajar con un número de propiedades atomizado. 

Una de las dudas frecuentes dentro del rubro inmobiliario es determinar cuánto vale una propiedad, cuáles son las características que hacen que un departamento sea más caro que otro; ¡y cómo aumentar su valor! Es por eso que a continuación te acercamos los aspectos a evaluar para calcular el valor de un departamento.

Es importante que sepas que la composición del valor de venta de una propiedad se da por dos tipos de variables: las modificables y las inmodificables. Estas últimas son la ubicación del inmueble, la calidad de la construcción, la fachada del edificio, ciertas cuestiones que resultan imposibles cambiar o que hacerlo implicaría entrar en un gasto muy grande e innecesario. 

Aún así, puede suceder que una ubicación que hace tiempo fue accesible hoy sea costosa, por lo que te aconsejamos consultar los precios de cierre de las distintas zonas con regularidad.‍

Por otro lado, hay muchas variables que intervienen en el valor de una propiedad y pueden ser modificadas. Desde cambiar la grifería del baño y la cocina, asegurarse que los apliques de luz estén en buen estado y que el departamento tenga buena iluminación hasta redimensionar los espacios del mismo o darle una mano de pintura. Algunas opciones son más costosas que otras pero le permitirán a tu cliente sacar mayor rédito económico por la transacción.

Te recomendamos tener a mano este artículo sobre fix and flip, la tendencia de comprar propiedades para refaccionar y vender a un mejor precio, para que puedas acercarle a tus clientes y aconsejarles qué remodelaciones podrían hacer en caso de querer vender su propiedad a un precio más elevado. Recordá que a mayor precio de cierre, mayor será tu comisión, por lo que es una buena información para tener en cuenta.

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La respuesta a esta pregunta al momento de captar una propiedad es no. Si un cliente quiere vender su inmueble pero actualmente está siendo alquilado y el inquilino aún vive ahí, venderlo será más difícil que si estuviera vacío. 

Para empezar, y siguiendo con el punto anterior, si es necesario realizar reformas es más sencillo hacerlo si nadie está viviendo ahí. Lo mismo sucede para promocionar la propiedad: tomar fotografías sin que alguien habite el lugar te permitirá utilizar un render de amoblamiento de forma sencilla, que presente el mobiliario ideal para el departamento.

Coordinar visitas inmobiliarias con un cliente interesado es de por sí bastante complejo como para además, tener que acotarlo a determinados días y horarios en los que el inmueble esté disponible. Recordá que siempre es mejor mostrar una propiedad despersonalizada: sin cuadros, imágenes, banderas ni decoración para que el posible comprador pueda imaginarse viviendo ahí. Con un inquilino nunca estará en las condiciones óptimas ya que no dispondrás de la libertad para ir a acomodar, limpiar o preparar una buena presentación.

Por último, como parte de las cláusulas de negociación deberá asentarse qué sucederá con el contrato del inquilino, si puede ser rescindido o si se tiene que respetar hasta que finalice. Este factor puede hacer que pierdas varias reservas inmobiliarias, ya que la propiedad quedará inutilizada hasta que la persona se mude.

Una operación de compraventa de una propiedad conlleva distintos gastos para las partes involucradas. Es importante que sepas responder a esta pregunta de forma clara y concisa para que tu cliente pueda calcular su ganancia total, después de realizada la transacción.

En nuestro país hay gastos que corresponden a diferentes impuestos. Por ejemplo el Impuesto de Sellos que se suele pagar a medias entre el comprador y el vendedor; o el Impuesto a las Ganancias que también lo abona el vendedor. A eso se le suma la comisión del corredor inmobiliario interviniente, que suele ser un porcentaje del ticket de venta y lo abonan tanto el comprador como el vendedor. Tanto comprador como vendedor comparten gastos relacionados a la escribanía y a los gastos de escrituración.

Asesorá a tu cliente al momento de aceptar una oferta de compra para que tenga una visión realista de cuánto dinero se va a llevar. Brindando esta respuesta con claridad, no se decepcionará al momento de firmar la escritura y vos serás su corredor inmobiliario de referencia, ya que supiste ayudarlo y acompañarlo durante todo el proceso con las respuestas e información que necesitaba.

Como corredor inmobiliario no tenés la obligación de llevar la documentación original de la propiedad a la escribanía: eso es obligación del vendedor. Pero, sí es importante que le recuerdes llevar toda la documentación correspondiente y en caso de que te falte algo, podés ofrecerle tu ayuda para conseguirlo. 

Así mismo, si la transacción se realiza en efectivo no es responsabilidad del corredor acompañar al vendedor a depositar el dinero en el banco. Desde deinmobiliarios no lo aconsejamos, ya que tu tarea como corredor inmobiliario finalizó al momento de cerrar la venta y es tomar una nueva responsabilidad, riesgosa.

Una buena forma de acompañar al comprador y al vendedor durante esta etapa es recordándoles qué es todo lo que necesitan llevar para el momento de firmar la escritura traslativa de dominio, estando presente en ese momento y entregando un regalo a cada uno. De esta forma seguirás entablando una buena relación con ellos y quedarás como el corredor inmobiliario de referencia para ambos.
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Para más tips inmobiliarios te recomendamos visitar los otros artículos de nuestro blog en donde vas a poder encontrar más guías que te ayudarán a prepararte para distintas instancias de una compraventa inmobiliaria, como la negociación con un potencial comprador o qué responder en una tasación inmobiliaria.

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